Castell de Cabres y el curioso origen de su nombre

Es curioso que en Valencia, más concretamente en Mislata, tengamos el segundo municipio con más densidad de población de España y en Castellón, la localidad de Castell de Cabres sea la menos habitada de la Comunidad Valenciana. Datos curiosos por ser opuestos como en este caso tenemos otro ejemplo. Chirivella es el único pueblo valenciano sin semáforos, en contraposición a la capital del Turia, la cual es la primera con más unidades por habitante de Europa y la segunda del mundo por detrás de Nueva York.

En este artículo vamos a viajar hasta Castell de Cabres, descubriendo algunas curiosidades como su escaso número de habitantes, a qué se debe esa despoblación tan notoria o una de las leyendas acerca del origen de su nombre.

Empecemos por el principio. ¿Dónde se encuentra? Se trata de una pequeña aldea en las montañas de la comarca dels Ports, pese a que probablemente en más de un lugar se diga que pertenece al Baix Maestrat. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2017 había censados 17 vecinos, cifra que le convierte en el municipio menos habitado de la Comunidad Valenciana. Si bien es cierto que sufre una austera despoblación y su carácter montañoso y las malas comunicaciones no ayudan a que el pueblo crezca demográficamente, el caracterizarse por los pocos habitantes que en él residen lo hace el lugar idóneo donde desconectar de la rutina. Además, forma parte del Parque natural de la Tinença de Benifassà desde el año 2006, por lo que Castell de Cabres es un opción perfecta para los amantes de espectaculares paisajes, del senderismo y de escapadas rurales donde la cobertura posiblemente escasee. Sus 1137 metros de altitud aseguran divisar impresionantes vistas panorámicas de la comarca.

Pese a ser hoy en día un pueblo casi fantasma no siempre ha sido así. ¿Sabías que en 1900 eran 416 vecinos? Son pocos si se comparan con otros pueblos, pero todo lo contrario si marcamos la vista en la actualidad, donde sus habitantes no suman ni una veintena. ¿Por qué? Para hallar la respuesta tenemos que remontarnos siglos atrás. En 1195 fue conquistado por el rey Alfonso II pero Castell de Cabres quedó abandonado hasta que en 1233 Jaume I lo reconquista, lo repobla y aumenta su caserío.

En el siglo XV, en 1463, debido a la guerra civil de Cataluña, comenzó la despoblación. A ello hay que sumar las consecuencias que se sufrió durante el siglo XVIII y XIX con las guerras carlistas, especialmente durante la primera, también conocida por la Guerra de Cabrera. Todo lo vivido propinó a que poco a poco la gente se fuese marchando del pueblo. En el año 1900 todavía eran cuatrocientos veintiséis habitantes, desde lo que ha ido descendiendo hasta poco más de una decena en cuestión de cien años.

El capítulo no puede acabarse sin antes conocer la curiosa leyenda que se cuenta sobre el nombre de Castell de Cabres. Se dice que, hace muchos años, durante una de las guerras que le tocó vivir, en el pueblo no quedaban más que ancianos, mujeres y niños, dado que los hombres peleaban en el campo de batalla. Un día, al atardecer, un guardia que vigilaba desde los alto del castillo visualizó a tropas enemigas que probablemente buscaban saquear al municipio cuando cayese la noche. Debido a la falta de personas que luchasen para impedir su acceso, decidieron probar a subir a la fortaleza a todas las cabras que había en el pueblo, les ataron una tea encendida en cada cuerno y consiguieron engañarles al pensarse que eran antorchas capitaneadas por soldados y se retiraron al ser teóricamente inferiores en número.

Como muestra de agradecimiento al animal, y que gracias a esta estratagema ganaron la batalla, bautizaron a la localidad como Castell de Cabres. Castell por su castillo montano, y Cabres en honor a aquellas cabras que lograron ahuyentar al escuadrón que buscaba sorprenderles en una emboscada. Por desgracia, pese haber sido declarado Bien de Interés Cultural, el castillo que protegía a la localidad ha desaparecido prácticamente por completo.

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